martes, 17 de noviembre de 2015

HA LLEGADO EL MOMENTO


Ha vuelto a ocurrir. Otra vez. El viernes, 13 de noviembre de 2015, ocho individuos armados con explosivos y fusiles de asalto se llevaron por delante las vidas de 132 personas. Cientos de heridos. Conmoción, lágrimas, miedo, preguntas...

"Un acto de guerra", ha dicho Hollande. Ok, se lo compro, Monsieur Hollande, pero no es una guerra contra Francia. Es la Tercera Guerra Mundial.  Esta vez ha sido París, pero no se puede olvidar lo ocurrido en Beirut, Madrid, Londres, Nueva York, Nigeria y tantos otros que no puedo ni enumerarlos (la rutina del terror).

Nos han declarado la guerra a todos los que creemos en la Libertad, en la Igualdad, y en la Convivencia. Nos ha costado muchos siglos, mucha sangre, infinito sufrimiento de nuestros antepasados, acceder a un sistema de libertades como el que hemos alcanzado en Europa. No es perfecto, evidentemente, sigue habiendo mucho que mejorar, por supuesto. Pero creo que estamos en un momento en el que el objetivo primordial debe ser la supervivencia del mismo. Los islamistas radicales implantan allí donde pueden un régimen de terror y de odio al diferente. Nos atacan, no por nuestra raza, ni por nuestra religión, nos atacan para destruir nuestro sistema que garantiza la convivencia en paz y libertad. Tenemos el derecho y la obligación de defenderlo sin complejos ni vacilaciones. ¿Quiero decir con esto que suelten un par de megatones de uranio en Siria y que expulsemos a todos los musulmanes de Europa? NO. Claro que no. Pero ha llegado el momento de que a todo aquel que viene a Europa a intentar prosperar acepte nuestras reglas del juego. Si no, con todo el respeto del mundo habría que indicarles donde está la salida. Ha llegado el momento de establecer un control en las mezquitas para que no se prediquen valores y conductas que son contrarias a los principios que rigen nuestra convivencia. Una cosa es la aceptación de la diversidad y otra cosa es ser pusilánime frente al que se salta las normas. Ha llegado el momento de ceder un poco de nuestra privacidad para ayudar eliminar a todos aquellos que conspiran para destruirnos. Estamos en tiempos de guerra y aunque dé vértigo hay que dotar al Estado poderes especiales de manera temporal mientras persista la amenaza. Ha llegado el momento de decir basta ya.


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