Paseando el otro día por el campo me crucé con bastante gente. Bueno, bastante no, unas quince o veinte personas durante un par de horas. La gran mayoría paseaban con mascarilla puesta, incluso ciclistas y corredores en pleno esfuerzo físico. Yo no. A lo mejor soy un ignorante, un viva la virgen, un desalmado insolidario irresponsable. A lo mejor soy todas esas cosas. Pero es que le doy alguna vuelta a las cosas que nos van contando y no me entra en la cabeza que contagies a alguien o te contagies paseando por un camino rural en el que te cruzas 10 personas como mucho en el transcurso de una hora de paseo. No lo entiendo. No.
Nuestros líderes nos tratan como si fuéramos niños. Y a muchos les encanta. Que te tranquilicen, que te quiten la responsabilidad. Porque papá Estado se ocupa de todo, y lo sabe todo. Hay que hacer lo que te digan y todo saldrá bien.
Febrero 2020, empiezan las noticias sobre el virus en China y nos dicen que no va a pasar nada.
"Oye que en China están haciendo hospitales de campaña gigantes." "Que a Europa no va a llegar."
"Oye, que en Italia están hasta arriba de contagios". "Y si llega, será como una gripecilla."
"Oye, que me llegan imágenes de muertos por las calles en China". "Y si es más que una gripe, solo será grave para los que ya tienen problemas de salud previos".
"Oye que en España están aumentando los ingresos por neumonía a lo bestia, en todas las edades"."..."
"Oye, que vamo por 80.000 muertos". "Y además no hace falta mascarilla porque el virus no se transmite por el aire."
"Oye, yo estoy viendo a todos los chinos con mascarilla. "Y puedes ir a todos los actos masivos que quieras, 8M, misas, fútbol, mitins."
"Oye, que el Mobile World Congress de Barcelona lo han suspendido las propias empresas". "Duerme tranquilo niño, duerme tranquilo, ciudadano, que no hay coco, y papá estado sabe muy bien todo, papá estado te da certezas, papá estado se ocupará de todo".
"Oye... "
Pero la realidad es muy cabrona. Y papá estado no lo sabe todo, porque con un virus nuevo, NADIE SABE NADA. Nadie.
Si se tratara al ciudadano como a un adulto, por prudencia, en marzo 2020 nos deberían de haber advertido de que no se sabía mucho de la nueva enfermedad. Si no se sabía cómo se producía la transmisión, habría que haberlo advertido. Nada de esto se hizo. Se dieron certezas sin saber. ¡Se dijo que las mascarillas no eran necesarias por el simple hecho de que no había stock para todos!
Advertir de que no se dispone de mucha información es una información fundamental. No tranquiliza, pero es imprescindible para que podamos tomar decisiones. Como adultos, responsables.
Y ahora, que disponemos de mucha más información, seguimos sin considerar adultos a los ciudadanos. Ahora sabemos que los contagios se producen en espacios cerrados o cuando no se respeta la distancia. ¡Lo sabemos! Tenemos un año de experiencia y lo sabemos. Sin embargo nos obligan a ir con mascarilla por la calle, en calles no saturadas. Papá estado manda

